Ayúdame.

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Ayúdame
a saber perdonar
¡y a perdonarme!,
he sufrido tanto mal
ajeno y propio
que dudo poder más...
...Rodando el camino
atragantándome con el polvo,
buscando destino
-como errante lobo-.
...Tropezándome una y mil veces
-contra todo y contra nada-
en terreno limpio y llano,
provocando el descalabro
de este pobre diablo.
...Buceando en ilusiones
sin aire que respirar,
“ni siquiera sueños”
a los que poderme agarrar.
...Oteando futuro
con la cara baja,
casi entre las piernas
por la mirada cansada.

¡Ayúdame!
a saber perdonar
a los demás.

¡Ayúdame!
a saber perdonarme...
por todo
lo que he hecho mal,
-aunque para ello-
haga falta
“tratarme como a un colegial”.

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En mi vida he sufrido mucho, a veces porque creo que me han hecho mal y otras por haberlo hecho mal yo (creo que sin querer). Con el tiempo aunque no olvide algunas cosas, creo que he aprendido a perdonar y también a perdonarme por lo que he hecho mal, a veces porque como actue en su momento pensé que debía hacerlo así, otras por inconsciencia, algunas por ignorancia. De cualquier modo nada ha sido irreparable, ni grave.

Hay que saber perdonar, y perdonarse
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