Susurrando...

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Amaneceres de vida,
verdes prados,
incipientes vergeles,
que aprenden internet
antes de que les salgan los dientes;
y ocasos prematuros,
pastizales baldíos,
sin enseñanza, ni futuro,
sino trabajar y guerrear
por intereses de algunos.
Susurrando...
capullos en flor,
brindando sus esencias
-despertando al amor-,
cuando la mariposa
sabe su camino,
ellos están hechos “un lío”;
y flores asilvestradas,
bellas como no hay otras,
despojadas y ultrajadas,
encuentran su camino
-reforzadas-.
Susurrando...
la fuerza del ciclón
en el jardín de Venus
y la ternura de un gorrión,
construyendo su nido
para él y los suyos
-que será su abrigo-.
Susurrando...
hoja de otoño
curtida por la solana,
rojo grana,
es el momento
de disfrutar,
por la labor realizada.
Susurrando...
ramas desnudas
implorando al cielo,
abrazándose al viento.
A ver y a oir
-Alma de plata-
con esperanza.

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En este poema solo quiero expresar el paso por todas las etapas de la vida
niñez
adolescencia
juventud
madurez
y vejez
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