Sirenas en la noche
acompasadas y sensuales,
salís del espejo del “Azul”
para cerrar heridas y curar males.
Dejáis las profundidades
para emerger a la Luz,
en busca de aire fresco
y de la eterna juventud.
Como dos gotas de agua
envueltas de luces y colores,
seducidas por el ritmo
y arropadas por el embrujo de la noche.
Sirenitas al agua
que papá Neptuno aguarda
y el espejo mágico quiere ser testigo
si volvéis más relajadas y guapas.
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Publicado el sábado 3 de marzo de 2007
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Este poema lo escribí porque un día salí con una amiga íntima y su mejor amiga. Fuimos a bailar, no me gusta mucho, pero a ellas sí las gustaba. Como no iban a menudo las sirvió para salir del ostracismo (la otra estaba casada con una vida muy monótona)
Papá Neptuno soy yo, porque ellas se lo pasaron genial, pero yo estaba deseando irme, fuimos a una discoteca, el ruido me aturde y tanta gente me agobia.
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Este poema lo escribí porque un día salí con una amiga íntima y su mejor amiga. Fuimos a bailar, no me gusta mucho, pero a ellas sí las gustaba. Como no iban a menudo las sirvió para salir del ostracismo (la otra estaba casada con una vida muy monótona)
Papá Neptuno soy yo, porque ellas se lo pasaron genial, pero yo estaba deseando irme, fuimos a una discoteca, el ruido me aturde y tanta gente me agobia.
