Sentado a barra fija
tomando café,
con música de fondo
y bolígrafo deseoso.
Esperando acontecimientos
pero sin prisa...
Tabaco, por favor,
-por la ventanilla-
menos mal...
una cara bonita.
El tabernero
en compás de espera,
de lo que los clientes
piden y desean.
Algunos tertulian
del día a día
y de la vida.
Otro deshojando
el periódico,
-en busca de la noticia-.
Por favor,un refresco
y suena la máquina tragaperras,
expropiadoras de dineros
-regaladoras de quimeras-.
Por la calle
los ensortijados de una nena,
revoloteándolos
-morenita ella-.
Una paloma blanca y canela
paseándose por la acera,
es la hora del almuerzo
y algo caerá cerca.
El de la cerveza
-a llenar la despensa-,
para cuando tenga a bien
venir la clientela.
Suma y sigue
-y más de lo mismo-
o distinto...
hay que estar fino.
21-08-08
.
Casa Vicen es un bar muy chiquitin de unos 15 m2. Vicente, su dueño, lo tiene decorado con cosas antiguas, de pueblo -herramientas del campo chiquitinas de adorno. Muchos posters. Tiene el conjunto un aspecto añejo. A veces, cuando hay apenas gente o está solo pone la luz tenue acentuando ese aspecto dando un toque especial de íntimo, acogedor...
A MI ME GUSTAN ESOS SITIOS ENTRAÑABLES.
Tiene una ventana al exterior por donde Vicente atiende también a la clientela que se queda en el exterior para tomar algo . Él es un hombre de aspecto rudo y de campo, de voz muy ronca que a veces apenas se le entiende. Es muy profesional y muy cariñoso- yo he ido con él y su familia a una casa de su pueblecito, no me acuerdo del nombre, en la sierra de Gredos en Ávila, (creo que al lado de Arenas de San Pedro, a unos 150 kms. de Madrid) y le he visto-en plan familiar- muy cariñoso, con mentalidad urbana adquirida y consentidora, lleva 40 años en Madrid. Tiene 56-57 años, se vino porque ya por entonces el campo en España se empezaba a desatender porque no se le veía futuro, y fue una emigración hacia las ciudades que sobre todo con sus industrias eran más prósperas). Varios de sus hermanos viven aquí -todos se han dedicado a la hostelería, una hermana todavía está en el pueblo.
Como Vicente siempre ha estado en hostelería, tiene una sicología especial. Por todo ello, ha creado en su bar un ambiente especial. Entra todo tipo de gentes desde drogadictos - que allí se comportan- hasta gente denominada dentro del espectro de la sociedad como normal, otros gente preparadísima y de vez en cuando alguna persona muy interesante, para mí claro...como anarquistas recalcitrantes, bohemios, artistas, etc, (y yo, "a la caza de ellos", por ellos voy y entro-, si no ni iría o iría menos (si después de un rato no encuentro lo que quiero, me voy).
En otros bares ésto no lo he visto o raramente. Son la gente que de verdad me interesan (entiendo que cada uno tengamos nuestros canones "de gente interesante). Son los que me aportan vida, de ellos aprendo y por ellos soy como soy y lo que soy. Éso mismo hago donde voy - soy un incorformista, libertario, soñador, etc.- (lo llevo haciendo 35 años de mi vida). He conocido a muchas personas interesantes, que tenían qué contar y creo que he aprendido (lo que he querido y lo que he podido, claro). Aun así, yo tratable y hablo con todo el mundo, pero con las personas que no me terminan interesando hablo menos o las dejo de tratar, si acaso hola y adiós.
SIEMPRE HE SIDO UN CAZADOR DE TESOROS (DE LO QUE CREO QUE SON MIS TESOROS, SIN USURPAR NADA A NADIE), UN DEPREDADOR DE LA SABIDURIA (DONDE SE ENCUENTRE) Y TAMBIÉN DEFENSOR DE CAUSAS PERDIDAS (DE LAS QUE NADIE DA UN PESO POR ELLAS).
Aquí en todos los bares -como está legalizado el juego- hay máquinas tragaperras y la gente con la ilusión de ganar (incluidas amas de casa que llevan para hacer la compra y pierden y vuelven a casa sin compra), hay gente que tiene problemas económicos a consecuencia de ello, otros (pocos) se arruinan (necesitan tratamientos sicológicos en profundidad -aquí la ludopatia, es considerada una enfermedad grave.
Vicente todos los dias a través de la ventana echa de comer a las palomas y a los pajarillos, y ellos vienen. ¡Con qué cara de felicidad lo hace!
Cuando escribía este poema, por la ventana vi a una nena latinoamericana, pasar jugando, perfectamente adaptada a España. ME GUSTA
...Vienen los repartidores a dejarle la bebida al bar.
Y ahora a esperar...a la clientela habitual o "a esos perdidos de la vida" que yo considero distintos e interesantes.
Normalmente éstos que digo no suelen interesar a los habituales "normales" PERO A MÍ SÍ, "Y HAY QUE ESTAR FINOS PARA CAZARLOS" SI NO NO SERÍA QUIEN SOY, COMO SOY PARA BIEN O PARA MAL
LA SOCIEDAD A ESTE TIPO DE PERSONAS...NO LAS ENTIENDE, LAS RECHAZA "las tilda como locos" quizás por éso, porque no las entieden; ni quieren hacer por entenderlas.
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