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Lágrimas del cielo
mojan el albero,
la plaza desierta
llena de recuerdos...
tocan los clarines...
él, de verde y oro,
con gallardía
capote al hombro;
mira al tendido,
cúal su asombro:
su hembra y sus retoños.
...Desde el cielo,
un beso, un abrazo...
hasta pronto.
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Publicado el jueves 8 de marzo de 2007
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Este poema lo escribí por la señora Ángeles (vecina de Móstoles) -tengo otro para ella,"Sentada en la banqueta". Su marido era banderillero y no le gustaba que su familia fuera a verle a la plaza. Un día su mujer fue con sus hijos a verle. Se asombró y no le gustó nada. El no murió en la plaza, pero a mi se me ocurrió hacerlo así.
-El albero- es el ruedo y toma ese nombre porque hay un color de arena que es "amarillo albero.
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sábado, 17 de enero de 2009
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